Nacer y aprender
El pasado 16 de junio falleció Pere Enguix, el corazón del Colectivo Acuario, quien contribuyó muy decisivamente a revolucionar las condiciones en que se producen los nacimientos en España transformando el proceso del parto desde una experiencia ampliamente medicalizada hacia una experiencia, instintiva, íntima, sexual.
Escuchar el deseo de la mujer, confiar en su instinto, preparar el entorno adecuado -doméstico, cómodo, seguro y relajado- para el nacimiento, priorizar la dimensión humana, eliminar juicios o ceder el poder de decisión y el protagonismo al bebé y la mamá fueron algunas de las prácticas -en su momento impensables, absurdas y desafiantes- que, hoy, sin embargo, ya forman parte de la práxis de un creciente número de comadronas, doulas, obstetras, ginecólogos, casas de partos y hospitales públicos y privados.
La labor y el compromiso pioneros de Pere Enguix con el nacimiento respetado y sin violencia ayudó a cambiar la vida de muchas mujeres y de muchas familias porque la manera de nacer es el punto de partida de la manera de vivir y estar en el mundo, porque recuperar un parto y un nacimiento respetados, junto a la reconstrucción de una puericultura cuidadosa, que escucha y respeta, es iniciar el camino hacia la reconstrucción de una cultura y una civilización también más respetuosa, más pacífica, más saludable y más humana.
Así fue en nuestro caso, gracias a la experiencia de parir a nuestras dos hijas acompañados de manera natural y también a la abundante información -técnica, pero accesible- que nos ofreció el Colectivo Acuario y que nos permitió tomar multitud de decisiones informadas en torno a la salud y a la crianza de nuestras recién nacidas; decisiones tan distintas de las predominantes y que nos condujeron a plantearnos qué opciones tendríamos que elegir en el futuro sobre cómo queríamos vivir como familia,
Así, vimos claro un paralelismo entre la manera en que nuestra cultura nos forzaba violentamente a nacer y la forma en que esa misma cultura forzaba violentamente la educación a los niños, convirtiéndola así en otra cosa.
Gracias al ejemplo y la labor de Pere Enguix y del colectivo Acuario nos animamos a ensayar una educación para escuchar el deseo de los niños, confiar en su instinto, prepararles un entorno adecuado, -doméstico, cómodo, seguro y relajado- para el aprendizaje, priorizar la dimensión humana, eliminar juicios o ceder el poder de decisión y el protagonismo al aprendiz; éstas fueron algunas de las prácticas -en su momento impensables, absurdas y desafiantes- que, hoy, sin embargo, ya podemos decir que han resultado valiosas para muchas personas en su proceso de aprender, madurar y crecer como seres humanos.
Siempre te estaremos infinitamente agradecidos, Pere, por tu valentía, compromiso, coherencia y amor a la humanidad. Hemos tratado de seguir tu senda y contribuir a ofrecer más salud, más bienestar y más humanidad alrededor de los niños.
Ofrecemos acompañamiento y asesoría organizacional y pedagógica tanto para equipos educativos como para profesionales individuales, así como acompañamiento emocional para familias y mentorías para jóvenes.
Más información en: ojodeagua.ambiente.educativo@gmail.com
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